









El Anillo Draupnir está forjado en acero quirúrgico y grabado con un patrón entrelazado inspirado en la orfebrería vikinga. Su nombre proviene de la mitología nórdica, donde Draupnir era el anillo mágico de Odín, capaz de multiplicarse por sí mismo cada nueve noches, simbolizando abundancia, prosperidad y poder infinito.
El diseño combina trenzados nórdicos y runas discretas, evocando la unión de fuerza y elegancia que caracterizaba a los jefes vikingos. Llevarlo es portar un amuleto que recuerda que la verdadera riqueza es la que nunca se agota: la del espíritu y la determinación.